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El nombre más antiguo que se le conoce a este sitio es “El Panteón de Doña Inés”
. Contaban los más viejos que llegaron a 1900, que hacia el lado donde hoy está la iglesia existia esta tumba en un montículo rodeado por gruesas cadenas
de hierro, existiendo en su centro una pequeña columna de mampostería, y en los alrededores de esta elevación, un terreno
muy bajo formaba una pequeña laguna casi todo el año. Por esta época no habían edificaciones en esta área ya que la población se concentraba alrededor del otro parquet llamado
“Plaza del Recuerdo” en la calle Colón (hoy Parque de la Independencia-Parque Céspedes), existía solo un camino fangoso al norte de esta laguna que hoy es la calle Martí y que conducía en 1835 al segundo Cementerio a la altura de Calixto García
y Martí (Ver: PRIMEROS CEMENTERIOS).
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El
día 19 de Febrero de 1860 quedó edificada e inaugurada la gran iglesia católica en el antiguo Panteón de Doña Inés y las estancadas
aguas de la laguna que la rodeaban fueron convertidas en un aljibe 5 años después, para así poder colectarlas el 25 de Agosto
de 1865.
Con la construcción de esta gran cisterna el entorno de la iglesia adquirió un aspecto
más vistoso pués quedó rodeada de un gran área cementada la cual se embelleció un poco hasta adquirir el aspecto de Plaza.
Los sagüeros comenzaron a llamarle Plaza de la Iglesia Nueva y los más viejos seguían usando el nombre de “Panteón de
Doña Inés” hasta que oficialmente se bautiza como “Plaza Lersundi” durante la visita que hizo a Sagua La
Grande el Capitán General de la Isla de Cuba Don Francisco De Lersundi en 1868.
La población ahora tenía dos grandes parques, el viejo “Parque del Recuerdo” donde habían paseado varias
generaciones desde la fundación y el “parque nuevo” hacia donde comenzaba
a trasladarse la nueva generación.
La belleza real de este parque fue adquirida durante el mandato del Alcalde Don Manuel
González Osma en 1880 al colocarse regios bancos de hierro y sillones metálicos rodeados de jardínes, palmas y monumentos;
por esto, fue a petición del ilustre Dr, Don Adolfo Rodríguez Hernández que el parque se llamó “PLAZA DE OSMA”,
en sesión celebrada el 27 de Septiembre de 1880, eliminándose así el de “Lersundi” que había sido su primer nombre
oficial.
Durante los 20 años fimales del siglo XIX el pueblo de Sagua se acostumbró a llamarle “el parque de Osma”
pero tras la libertad conquistada por los mambises cubanos en la Guerra de Independencia de España, se rebautiza definitivamente
como “Parque de la Libertad” el 5 de Abril de 1899 tras acuerdo del Ayuntamiento, y así se le ha llamado desde
entonces.
No se hicieron grandes cambios en el parque tras la instauración de la
República de Cuba en 1902 excepto el famoso “Kiosco Alfert” que se construye en el centro del parque en 1905 durante
la Alcaldía de Manuel Alverdi, el cual estuvo allí por 9 años, y los grandes álamos que siembra el Alcalde de Sagua Nicolás
Menéndez Mesa en 1909.
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El
26 de Diciembre de 1921 el Alcade Don Enrique Canut realiza un gran cambio que da una vista nueva al querido parque central
de Sagua, construyendo en el lugar donde había estado el Kiosko Alfert una rotonda de mármol de ocho metros de diámetro, una
pérgola al mejor estilo italiano renacentista con bellas enredaderas, y una deslumbrante fuente luminosa de las que solo existían
dos en Cuba, la del parque Japonés en Marianao, y la de Sagua La Grande. Rodeaban
a todo el parque unos señoriales y sólidos sillones metálicos donde acudía la población a balancearse muy cómodamente mientras
leían sus periódicos, conversaban, tomaban la rica brisa sagüera o simplemente conversaban y observaban los desfiles de damas
y caballeros circulando en direcciones contrarias. Este era un lujo personal que pocos parques de Cuba tenían, y su total
ocupación diaria demostraba que el público asistente estaba dispuesto a pagar los 10 centavos de alquiler que estos costaban
por tal de gozar esta individualidad que no daban los gratis bancos.
Estos viejos sillones resistieron por muchas décadas la inclemencia del tiempo ya que eran muy fuertes y además porque
se les pintaba y protegía con fórmulas anticorrosivas casi todos los años aproximadamente durante la República. En 1959 se
comenzaron a dar gratis pero la falta de mantenimiento, unido a la vejez de los
mismos, hicieron que estos se fueran deformando y por tanto provocaran estruendosos accidentes en todo el parque al caer al
piso la persona que lo ocupaba junto a las demás que le rodeaban pues, por efecto dominó, el instinto del accidentado era
sujetarse de sus dos vecinos para no caer al piso y estos a su vez se sujetaban del resto de la cadena
de sillones y todos caían de espaldas ante la risa de los caminantes testigos. En Junio de 1976 llegaron unos camiones y los
comenzaron a cargar, algunos vecinos de la ciudad pudieron llevarse algunos a casa y por esa razón aun se les puede observar
diez años después de su ausencia.
En 1945 por fín se agrega
un obelisco de granito para recordar a Don Joaquín Fernández Casariego, el hombre que tanto quizo a Sagua La Grande e hizo
mucho por ella, poniéndola entre las ciudades más progresistas de Cuba a mediados del siglo XIX.
En 1949 la prestigiosa sociedad privada para socios de la raza negra “Unión Sagüera” bajo la dirección de
Ernesto Oña Francia, erigió el Monumento al Titán de Bronce Don Antonio
Maceo, que estuvo colocado de frente al Liceo inicialmente y movido posteriormente al costado norte de la Iglesia.
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